miércoles, 9 de mayo de 2012

Entre normandos y campesinos

 
En la época de Robin Hood, los nobles y los clérigos tenían gran  poder. Sin embargo, constituían sólo una minoría. La mayor parte de la gente eran campesinos o aldeanos que vivían en chozas, en pequeñas granjas o en los pueblos que crecían en los alrededores de
los mercados. 
Si hubiésemos nacido en la Edad media, seguramente hubiéramos sido podres aleanos, como los miembros de la banda de Robin que se unían a él para defenderse de los señores, príncipes, caballeros, abades, que era los dueños de casi todo.
 

El noble o señor dominaba todal atierra de un feudo o propiedad. El señor del feudo era un noble que, según la extensión de tierras que dominara, recibía distintos títulos -duque, marqués, conde, barón o caballero-.
El señor dominaba un pueblo pero no le pertenecía, lo administraba y juraba lealtad a otro señor más poderoso que él -que podía ser el rey - a cambio de protección.
El señor vivía en una gran casa o castillo lo suficientemente fuerte para defenderse.
 
Los campesinos tenía que pagarle al señor más cercano por la tierra que cultivaban. Es decir que no sólo debían trabajar sus tierras sino también las del señor como paga por los terrenos recibidos.
Cuando iban a trabajar a la "casa grande" o castillo, a veces, les tocaba arar la tierra, construir cercos, cargar leña, cortar árboles,  juntar frutos o ayudar en la construcción de alguna nueva dependencia. 
Muchos aldeanos eran siervos y no podían dejar el feudo sin el permiso del señor pues él podía obligarlos a volver y castigarlos.
 

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